Luis Brandley Barillas Pineda Un pez para una niña Mi hija se acercó a un desconocido en la playa.Lo que sucedió después fue una verdadera lección somos buenas mamas, le dije a mi amiga mientras nos sentabamos en en unas confrontables sillas de playa bajo una sombrilla clavada en la arena y veimaos a nuestras hijas jugar a la orilla del agua. De hecho aquella mañana de verano me sentia una madre esepcional.Me levante temprano, prepare la comida para el picnia subi al auto a mis dos hijas, de 5 y 3 años y pase a recoger a mi amiga y a sus dos hijas, luego conduje durante una hora y media hasta la costa de New York donde destendimos nuestras tuallas a las 10:00. De pronto las niñas se echaron a correr a unos 45 metros de nosotras a un hombre no mayor de 65 años.